El metro de Barcelona está celebrando su centenario y, entre las diferentes actividades, ha abierto por primera vez a la ciudadanía un espacio singular, la estación fantasma conocida como Gaudí, situada en la línea 5. Grupos de 20 personas la están visitando por turnos en diferentes fines de semana de este mes de octubre, después que TMB ha adecuado el andén dirección Cornellá, exponiendo mapas, fotos y objetos que explican los principales eventos de los cien años del metro.
Las visitas comienzan en el acceso situado en el cruce de la avenida del mismo nombre y la calle Lepant, y los grupos recorren el pasillo que transcurre bajo la avenida y donde se puede admirar parte del material histórico del transporte público recopilado por ACEMA. De hecho la asociación tiene su sede en dependencias situadas sobre la nave de andenes de la estación fantasma.
En la sala que debía distribuir el pasaje entre los dos andenes de la estación, la Fundació TMB ofrece a los visitantes una explicación en vídeo del motivo por el que Gaudí se construyó pero nunca llegó a funcionar. Seguidamente se puede bajar al andén por la escalera fija, completamente terminada (no así las escaleras mecánicas, por eso se han tapado los fosos). El andén queda delimitado por una mampara de vidrio que la separa de la circulación de trenes de la L5 y contiene información visual y objetos representativos de la historia del metro, como partes de uniformes del personal, aparatos de comunicación, placas de señalización, una primitiva máquina de impresión de billetes y un conjunto de máquina expendedora que funcionaba.
La estación de Gaudí, que inicialmente debía llamarse Sagrada Família y debía formar parte de la línea 2, está situada entre las estaciones actuales de Sagrada Família y Sant Pau / Dos de Mayo de la línea 5. Se construyó completamente pero no entró en servicio debido a dificultades administrativas y constructivas en las ampliaciones de la red de metro en los años 60. Al final tuvo que construirse bajo la calle Marina otra estación con el nombre de Sagrada Família para la nueva línea 2, que se inauguró en 1995.
Como estación nunca funcionó, pero los espacios construidos en el subsuelo se han aprovechado bien: la nave de andenes es parte del túnel de línea y ocasionalmente ha servido como escaparate publicitario; lo que debía ser un pasillo de correspondencia lo ocupan almacenes de material, vestuarios del personal y dependencias diversas; y el vestíbulo principal, reformado a fondo en 2013, acoge por un lado el Espai Gaudí, que es una sala polivalente equipada para todo tipo de actos, y por otra salas de reuniones, lavabos y los despachos de las asociaciones de jubilados de Metro y Autobuses, Conductors Solidaris de Catalunya y Conductors Solidaris de Catalunya y Conductors Solidaris de Catalunya y ACEMA.